Continúa la campaña de odio de las organizaciones de extrema izquierda contra el ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Ahora, la Corte Distrital de Columbia, Estados Unidos, ha citado al ex mandatario de los colombianos a comparecer en caso que se sigue contra la Drummond Company Inc. por presuntos nexos con paramilitares colombianos. La citación se hace a petición de la firma de abogados Conrad & Shcerer, que lidera el proceso contra la compañía carbonera, y está relacionado, particularmente, con el caso de Claudia Balcero Giraldo, familiar de un funcionario del CTI que fue desaparecido por el Bloque Norte de las AUC, en el departamento del Cesar . La señora Balcero Giraldo alega que este grupo paramilitar era financiado y apoyado por la Drummond, que extrae carbón de La Loma.
En 2009, unos 500 familiares de personas ‘victimas’ del para militarismo en Cesar, demandaron a la multinacional ante los tribunales estadounidenses, bajo el supuesto de que la compañía apoyaba crímenes de guerra. A esto se suman las acusaciones que hace el abogado de Balcero Giraldo, Terry Collingsworth, quien afirma que "el presidente Uribe tiene conocimiento directo de varios temas clave en este caso, incluido conocimiento de la cantidad de cooperación directa entre las Fuerzas Militares y las AUC, particularmente en las áreas de la provincia del Cesar donde operaba la Drummond" .
Estas denuncias son un capitulo más de esa cruzada internacional que, de forma perversa y maniquea, ha venido adelantado la extrema izquierda contra la Seguridad Democrática y la Fuerza Pública colombiana. Porque no cabe duda de que las ONG de extrema izquierda, aquellas que se presentan como defensores de los derechos humanos, alientan a las personas que han sufrido la violencia paramilitar para que vinculen en sus denuncias al Estado y a las fuerzas de seguridad, con el objetivo infame de deslegitimar la lucha del Estado contra el narcoterrorismo de cualquier tipo.
Denuncias estas que además, representan un potencial negocio para abogados especializados en ‘sacarle’ dinero a grandes multinacionales. Sin olvidar a los colectivos de abogados, izquierdistas ellos, especializados en desangrar al Estado colombiano por vía de reparaciones a supuesta ‘victimas’ del terrorismo de Estado. Por eso, a estos casos se les da gran resonancia en la comunidad internacional y se arma a su alrededor todo un show mediático, mayor aun sí se logra llevar a un ex mandatario del renombre de Álvaro Uribe, a comparecer ante tribunales de justicia extranjeros.
Curiosamente, en este circo que se ha convertido los procesos de las victimas del narcoterrorismo, nunca se airean los casos de las miles de victimas de las guerrillas. Porque claro, las ONG denunciantes son muy cercanas ideológicamente a estos grupos, tan criminales ellos como los paramilitares. A los crímenes de la izquierda narcoterrorista se les reviste de un aire altruista y se exige para ellos cierto margen de tolerancia por ser parte de una lucha legítima por el “bienestar del pueblo colombiano”. A Álvaro Uribe y a las Fuerza Publica colombiana se les odia por combatir, sin ningún tipo de contemplación, a los amigos narcoterroristas de las ONG, aquellos que amenazan la democracia y el porvenir económico de la Patria. En cualquier caso, cualquier vinculación de miembros del establecimiento colombiano con acciones criminales, son hechos aislados e individuales que no corresponden a una política sistemática del Estado colombiano.
Simplemente para puntualizar la forma maniquea en que se llevan estos casos, cabe destacar la forma en que el expresidente fue notificado de la citación a declarar. Charity Ryerson, una estudiante de derecho y activista de izquierda, que asistía a una de las cátedras que Álvaro Uribe está impartiendo en Georgetown University, le lanzó el papel de citación al expresidente, con lo cual y según las leyes de ese país, queda notificado desde el momento mismo en el documento haga contacto con su cuerpo. De no asistir a la diligencia judicial, Uribe podría ser imposibilitado para ingresar a territorio de EE.UU.
¿No es maniqueo creer que Colombia es un país dividido en buenos y malos?
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