Como era de esperarse el gobierno de Hugo Chávez decidió romper relaciones diplomáticas con Colombia; las denuncias presentadas ante la OEA por el país sobre la presencia de cerca de 1.500 terroristas de las Farc y Eln en territorio venezolano, con la complicidad y apoyo de funcionarios de ese país, fue la excusa para tal decisión; el Canciller venezolano Nicolás Maduro ordeno el retiro de sus representantes en Colombia y le otorgó a la representación diplomática colombiana un plazo de 72 horas para abandonar Caracas.El embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, se limitó a cuestionar los acuerdos de Colombia con EE.UU., como respuesta a las denuncias probadas, señalando que ha sido un error de "enormes proporciones" que Colombia haya abrazado una relación con EE. UU., como una opción salvadora y única. Sobre el planteamiento de Colombia de llevar una comisión internacional a territorio venezolano, Chaderton dijo que no es aceptada dado que ya han tenido la experiencia de la verificación sin resultados. "Lo que insisto es que cuando hay iniciativas que nosotros consideramos de mala fe, destinadas a provocar un enfrentamiento entre los dos países y favorecer las estrategias de EE. UU., nosotros no podemos entregar en el juego de someternos a juicio cuando de todas maneras los resultados van a ser manipulados.
Sobre la presencia de los terroristas en Venezuela, el embajador se limitó a negarlas y a pretender cuestionar la validez de las pruebas presentadas, tampoco aceptó que se nombrara una comisión de verificación internacional, indicando que no puede negar la presencia de guerrilleros de las Farc en Colombia: "nadie puede dar seguridad absoluta de que no ha ocurrido una violación en nuestro territorio por parte de irregulares colombianos. Insisto, hemos tenido 60 años de violación de nuestro territorio".
Las reacciones a la decisión de Chávez han sido particularmente duras en Venezuela; el bloguero venezolano Luis M. Parada señala como han habido innumerables post en el twitter acerca del completo y absoluto rechazo de los venezolanos hacia el mandatario totalitarista Hugo Chávez Frías. Venezuela y el pueblo venezolano no están de acuerdo con las decisiones tomadas por el Presidente y sus súbditos politiqueros que se han apoderado de todos los elementos del estado.
El diario caraqueño El Nacional titula “Chávez rompe con Bogotá y elude verificación de la OEA”, cuestionando el tono belicista del mandatario venezolano que ayer volvió a anunciar una guerra contra Colombia a la que dijo que habrá que ir llorando, pero que habrá que ir, en una improvisada rueda de prensa con Diego Maradona de telonero.
Por su parte el diario El Universal titula “Exigen a Chávez aclarar si las Farc están en el país”, indicando que la Mesa de la Unidad Democrática venezolana considera que el presidente de la República, Hugo Chávez, está en la obligación de aclarar pronto al país y a la comunidad internacional la veracidad o no de las denuncias efectuadas por Colombia en la OEA, luego de que el embajador colombiano ante ese organismo denunciara que en el país existen campamentos de guerrilleros y presencia de terroristas con el conocimiento del gobierno. Señalan que es una irresponsabilidad tomar una decisión de esta gravedad como "maniobra de distracción de la opinión pública venezolana", la cual se encuentra impactada por el escándalo de los contenedores de comida descompuesta y lo que ello implica.
Lo lamentable es la tibia reacción de los países que conforman la OEA frente a las denuncias hechas por Colombia; de Managua y La Paz era previsible que se plegaran sumisamente a la posición de Venezuela, pero los demás Estados no cumplieron con el papel que les asigna la Carta de la OEA frente a hechos de tanta gravedad como los denunciados en la sesión extraordinaria de ese organismo, como lo es el silencio frente a las amenazas guerreristas de Chávez.
Colombia estaba en el deber de denunciar y hay que llevar el caso ante la ONU y la Corte Penal Internacional, estos hechos no pueden ser materia de tratamientos diplomáticos con el vecino país o la UNASUR, deben ser de conocimiento de las autoridades mundiales porque implican una manifiesta violación a las Resoluciones de la ONU sobre el terrorismo y el narcotráfico y no pueden silenciarse para no molestar al mandatario venezolano y el socialismo del siglo XXI que alienta el terrorismo a través del Movimiento Continental Bolivariano. Es una cuestión de dignidad y soberanía de Colombia.
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