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miércoles, 28 de julio de 2010

EL REENCAUCHE DEL BOLIVARIANISMO DE CHÁVEZ EN COLOMBIA

Concentrando un grupo de campesinos de La Macarena, aupados por agitadores políticos que al ritmo de compañeros y compañeras los presionaban estratégicamente para aplaudir la tarima encabezada por Piedad Córdoba, Gloria Ramírez, Iván Cepeda y otros miembros de la marchitada izquierda colombiana, se pretendía un supuesto foro internacional por los derechos humanos, al que asistían dos ONG europeas con una precaria representación, y que serviría como marco para denunciar a Colombia por la existencia de la supuesta mayor fosa común en Latinoamérica.

Para tratar de darle un tinte de seriedad, el foro era patrocinado por el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo y la Comisión Intereclesial Justica y Paz del cura Javier Giraldo; es decir era una reunión de los mismos caducos marxistas con las mismas denuncias que siempre ha hecho el marxismo en el país. Nada nuevo se movía bajo el sol canicular del Llano.

En la apertura del evento, la senadora Piedad Córdoba fustigó como es usual al gobierno y a la Política de Defensa y Seguridad Democrática, señalando que el Plan Colombia fue el precursor de todos los males que aquejan a la república, pero lo central de su intervención fue señalar a las Fuerzas Militares como genocidas y responsables por los falsos positivos que dieron lugar a la aparición de la mayor fosa común del continente, mientras reclamaba con voz herida un lugar en la historia para las Farc.

El colectivo de abogados presentó como prueba el testimonio de un campesino de nombre Harvey, quien en su relato de cómo murió su padre para demostrar que fue víctima del Ejército, señalaba que éste, presidente de una junta veredal, trabajaba en una obra comunitaria cuando llegaron guerrilleros de las Farc que le pidieron transportarlo en su canoa al otro lado del río, que de pronto surgió un enfrentamiento entre los guerrilleros que se movilizaban en la cano y unidades militares y que su padre fue la única víctima, que después aparecieron unidades de la Infantería de Marina que supone lo remataron.

Continua diciendo que el Ejército le impidió el acceso al área para averiguar por la suerte de su padre diciéndole que por su propia seguridad no podía ingresar porque había combates.

Si esa es la prueba de estos izquierdistas para mostrar que el Ejército atenta contra la población civil, valga la pena la siguiente reflexión para entender quiénes fueron los violadores de los derechos humanos y que merecen la condena de estos organizaciones que se autoproclaman defensoras de los mismos y que demuestran la falacia de aparatos políticos como el llamado MOVICE que pretende endosarle al Estado todas las víctimas de la agresión narcoterrorista contra la sociedad colombiana.

Señala el declarante que su padre, un líder campesino, trabajaba en una obra comunitaria y que fueron los terroristas de la estructura criminal Farc, los que violando el derecho internacional humanitario, lo llamaron a transportarlos en su canoa, es decir utilizaron población civil como escudo, teniéndose que el señor fue víctima de un enfrentamiento iniciado por personas al margen de la ley, que armadas agredieron al personal militar que por mandato legal estaba en el área

Las tropas agredidas respondieron al fuego y no podría esperarse que esperaran a identificar a cada uno de los integrantes del grupo atacante para preservar su propia vida y excluir a quien no fuera combatiente, en tanto en un combate como estos es humanamente imposible prevenir que dentro de un grupo que ataca hay un civil que simplemente los transporta. Los responsables ante el derecho internacional humanitario fueron los que portando armas y con intención criminal utilizaron un vehículo fluvial civil para la comisión del acto delincuencial.

Tampoco es indicativo de que el Ejército hubiere violado las normas del derecho internacional civil al impedir que civiles entraran a un área de combate, en cuanto lo que allí se demuestra es que precisamente se acató el D.I.H. al preservar los derechos humanos de los no combatientes y evitar que se vieran envueltos en situaciones de riesgo para su integridad y su vida. De tal manera que resultan muy pobres los argumentos de quienes de esta manera ruin, utilizando campesinos ingenuos, quieren probar las bondades del socialismo del siglo XXI en Colombia.

En cambio se hace evidente que el Foro tenía un cometido político; en medio de la crisis diplomática originada por el gobierno venezolano, la izquierda colombiana acude en ayuda de Caracas proporcionándole argumentos políticos para atacar al país, de hecho Hugo Chávez el pasado domingo señalaba este foro para tratar de justificar su decisión de romper relaciones con un gobierno que como el colombiano, dice, sirve únicamente como instrumento para agredir a su propia población y a Latinoamérica en beneficio de los intereses del imperio.

¿Qué esperará la Corte Suprema de Justicia para averiguar por las andanzas de la señora Piedad Córdoba, que en cada intervención solamente atenta contra los intereses nacionales y alienta agresiones contra el país? Una vez tirada la piedra, estos personajes neocomunistas salen inmediatamente a decir que cualquier respuesta que se les dé constituye una amenaza contra su vida, como lo han hecho en referencia a lo señalado en torno a la falsedad de la existencia de una fosa común de inocentes campesinos asesinados por las tropas en desarrollo del Plan Patriota que erradicó las narcoguerrillas de esa región.

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