Las reiteradas prácticas narcoterroristas de la FARC no dejan lugar a dudas de que no existe ninguna voluntad de paz real de parte de esta organización criminal que dice luchar por “una nueva Colombia” y una “patria libre”, según la retorica del caduco comunismo guerrillero derrotado por la vía armada o fracasado y sometido a la justicia.
Se sabe que cuando el narcoterrorismo acude a una supuesta voluntad de paz es que necesita de una tregua, significa que busca oxigenarse cuando la presión de las fuerzas militares logra ahogarlos en las cloacas donde se esconden, tal como esta sucediendo con la persecución del principal cabecilla de la FARC, el bandolero Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, quien, gracias a los intensos operativos militares y a labores de inteligencia de nuestro Ejército, hoy se encuentra acorralado en un lugar preciso de la selva colombiana. En este contexto es que deben entenderse los llamados de paz y la búsqueda de apoyos externos a un eventual diálogo entre el gobierno nacional y el narcoterrorismo de la FARC.
De tal manera, la FARC pretende nuevamente hacerse notar a nivel internacional mediante la búsqueda de la concesión de un espacio ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para explicar por qué lleva más de cuatro décadas alzada en armas asesinando a miles de colombianos e impidiendo el desarrollo nacional, como si esto tuviera alguna explicación aceptable.
La FARC realizó una petición a los presidentes de la Unasur divulgada por la agencia Anncol, donde dicen a los mandatarios suramericanos: “cuando lo estimen oportuno estamos dispuestos a exponer en una asamblea de Unasur nuestra visión sobre el conflicto colombiano", indica la carta, fechada en las montañas de Colombia. En esa misiva, las FARC –que hoy tienen unos 8.000 hombres y mujeres en armas– reiteran que están interesadas en buscar una salida política al conflicto. El último proceso de paz con ese grupo, que se desarrolló durante el gobierno de Andrés Pastrana, terminó abruptamente en 2002 y generó mucha frustración en la opinión pública por su falta de resultados. El ex ministro Camilo González Posso, director del instituto para el desarrollo y la paz (Indepaz), le dice a BBC Mundo que la carta es muy similar a la que las FARC le habían enviado a Unasur en septiembre de 2009. González considera que el pedido de las FARC a Unasur "es inviable" y hace parte de "una jugada política" que coincide con el inicio del gobierno de Juan Manuel Santos en Colombia”(1) .
Desde luego que el gobierno nacional no confiará nuevamente en sus ya conocidas falsas intenciones de paz que funcionan como una estrategia militar de repliegue ante la efectiva presión militar que han soportado durante los últimos años. “"El gobierno colombiano lo que le exige a la guerrilla es que ponga en libertad a los secuestrados sin condiciones, que cese la actividad del secuestro y de las minas antipersona y que cesen la actividad de reclutamiento de niños, que es una expresión moderna de esclavismo, además que sea capaz de decirle al pueblo colombiano que la violencia no tiene sentido", expresó Garzón. González, por su parte, agrega que las FARC "saben que su propuesta no tiene futuro, porque ningún gobierno va a pasar por encima de la diplomacia, ni les va a dar estatus de beligerancia, pero envían la carta porque quieren sonar en los titulares de los medios". "Que las FARC pidan hoy un espacio como Unasur para explicar por qué están en la guerra y qué es lo que proponen es un despropósito", añade el experto.(2)”
A la fuerza pública colombiana le corresponde entonces seguir la directriz del presidente Juan Manuel Santos. “La respuesta de Santos ha sido que no habrá diálogo hasta que las Farc den pruebas "claras y contundentes" de que van a abandonar el terrorismo y liberar a todos los secuestrados. Además, la semana pasada Santos anunció que no va a nombrar por ahora al comisionado para la paz e instruyó a las Fuerzas Armadas a "obtener resultados" contra el grupo rebelde "en el frente militar"”(3) .
Intensificar los operativos y la persecución militar del narcoterrorismo en todas sus expresiones, redoblar esfuerzos por capturar a Alfonso Cano, buscar la liberación de todos los secuestrados que usan como escudos humanos, impidiendo que logren algún espacio para confundir a la comunidad internacional sobre su verdadera naturaleza criminal y terrorista es la misión que las fuerzas armadas seguirán cumpliendo como respuesta ante falsas buenas intenciones.
1. Colombia: las FARC insisten en hablar en Unasur, en http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/08/100823_colombia_farc_dialogo_unasur_rb.shtml
2. Ídem.
3. Farc piden a Unasur exponer su visión del conflicto, en http://www.elespectador.com/noticias/paz/articulo-220476-farc-piden-unasur-exponer-su-vision-del-conflicto
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