Alirio Rojas Bocanegra, alias "El Abuelo", fue abatido por tropas oficiales en la zona rural del municipio de Rioblanco, departamento de Tolima, 230 kilómetros al suroeste de Bogotá.
"El Abuelo", terrorista que llevaba al menos 23 años en las filas de las Farc, era el era cabecilla de la compañía 'Miller Salcedo' y comandaba, en sustitución de Arquímedes Muñoz Villamil, alias Jerónimo Galeano, muerto en combate en marzo pasado, todos los frentes guerrilleros (16 estructuras criminales de ese grupo armado ilegal), que le prestan seguridad a Guillermo León Sáenz o "Alfonso Cano", máximo jefe de esa organización criminal desde mayo de 2008; por lo que el golpe propinado a la narcoguerrilla es de importancia estratégica y demostrativo que el cerco al cabecilla de las Farc se cierra cada vez más.
El abatido terrorista era el instructor de un centro de entrenamiento de las Farc en el sur del departamento del Tolima, responsable de decenas de acciones terroristas en los municipios de Rioblanco, Planadas, Chaparral y Ataco, fue quien ordenó en el 2008 el asesinato del candidato a la alcaldía Jorge Álvarez Rodríguez.
Junto al bandolero fueron abatidos alias ‘Rubén’, encargado de la emisora de las Farc en el sur de Tolima y una mujer conocida con el alias ‘Laura’.
Las fuerzas especiales del Ejército desplegaron el operativo en zona rural del municipio de Rioblanco, en el sur del Tolima. Los soldados ubicaron a los guerrilleros en una vereda conocida como Rionegro. En los combates librados por la Fuerza de Tarea Sur del Tolima, también fue capturado un menor de edad. El Ejército incautó tres computadores, 16 fusiles y varios radios de comunicaciones.
Simultáneamente a la baja de alias El Abuelo, se capturó en Cúcuta a dos sujetos acusados de pertenecer a las filas del ELN, entre los que está alias ‘Ever’, que lleva 25 años en esa guerrilla, uno de los reemplazantes de la dirección del ELN.
Estas acciones son demostrativas de que pese a la guerra jurídico-política y las desafortunadas decisiones judiciales favorables al narcoterrorismo, el Ejército colombiano sigue empeñado con fe en la causa, en la tarea de derrotar las organizaciones armadas ilegales que tanto le han hecho al país en los últimos 47 años, sembrando dolor, muerte y destrucción a su paso.
Los éxitos alcanzados en las operaciones militares contra la narcoguerrilla indican sin lugar a dudas que nuestros militares están comprometidos sin ninguna reserva; que el lema Fe en la causa, comportamiento ético superior, es la fuerza interior que inspira a los integrantes del Ejército Nacional, para lograr la victoria de manera irreprochable; que las argucias legales que pretenden destruir lo alcanzado en los últimos 8 años contra las bandas narcoterroristas no amilanan o dañan la moral de nuestras tropas.
Por más alboroto que armen los enemigos de la democracia, quienes pretenden vender la idea absurda de que el narcoterrorismo es una expresión de ‘lucha altruista’, no prevalecerán.
Nuestros ciudadanos y nuestros soldados están convencidos que la Campaña Institucional Fe en la causa comportamiento ético superior, es una fortaleza que permite seguir empoderando en cada miembro de la Institución, la vocación de servicio, los principios y valores, con el propósito de conseguir el objetivo final: la victoria de manera transparente, entendida como el sagrado cumplimiento de la misión constitucional.
Juntos, Ejército y pueblo le hemos propinado las más significativas derrotas al narcoterrorismo y esa es una senda ya transitada sobre lo que no es posible un solo paso atrás; el narcoterrorismo tendrá que entender que solo el sometimiento a la Constitución y la ley es la única salida real que tienen, de persistir en sus acciones criminales sólo tendrán dos opciones: la cárcel o el cementerio.
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