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jueves, 14 de octubre de 2010

VENEZUELA ANUNCIA DESARROLLO DE ENERGÍA NUCLEAR


En una conferencia desarrollada en Moscú con ocasión del llamado Foro Dos Siglos de la Independencia y la Revolución Bolivariana, el presidente venezolano además de hacer un llamado al retorno de la URSS, señaló el interés de su gobierno por comenzar a desarrollar energía nuclear en el país vecino.

El presidente Chávez busca también llevar su discurso a Ucrania, Bielorrusia, Irán, Siria y Portugal en búsqueda de apoyos y de posibles intercambios sobre esa materia. Dice Chávez que Venezuela no se dispone a hacer bombas atómicas, pero que sí desarrollará energía nuclear, recogiendo los mismos argumentos de su par iraní Mahmud Ahmadineyad que han merecido el repudio mundial indicando que tal interés se basa en sostener los principios de la revolución socialista a la que deben concurrir líderes y pueblos que pretenden romper las cadenas imperiales de los viejos imperios tenemos que enfrentar la violencia desatada de las burguesías apátridas formadas a imagen y semejanza del imperio norteamericano.

Desde febrero de 2010, el presidente venezolano había señalado esa intención en su programa “Aló Presidente”, cuando aseveró que "Los yanquis van a decir que Venezuela va a hacer la bomba atómica. Que digan lo que les dé la gana; nosotros vamos desarrollar nuestra energía nuclear". Chávez dijo que en Venezuela no había proyecto alguno sobre energía nuclear, a pesar de que en los años de 1950 se instaló un reactor experimental cerca de Caracas, que luego fue abandonado "porque lo prohibieron los yanquis". "Ahora por primera vez en 100 años llegó un gobierno soberano, ahora aquí no manda yanqui, ni nada. Yanqui go home", señaló entonces.

El martes 12 de octubre desde el Palacio de Miraflores, el presidente Chávez anunció que hay un conjunto de proyectos en áreas de minería y energía nuclear, que desarrollará el Gobierno Bolivariano con Rusia, con fines pacíficos, con la finalidad de crear la primera planta termonuclear en Venezuela, que pueden implicar también a Bielorrusia e Irán. Debe recordarse que el presidente venezolano alcanzó acuerdos con Rusia para la materialización de su iniciativa nuclear durante la visita que efectuara a ese país en septiembre de 2009.
Actualmente, sólo tres países en Latinoamérica tienen importantes avances en el uso de la energía atómica y son México, Brasil y Argentina. México tiene dos reactores en funcionamiento y ambos pertenecen a la central de Laguna Verde. El primero de ellos está operando desde 1990 y el segundo desde 1995. Brasil posee tres usinas con sendos reactores: Angra I, Angra II y Angra III y está integrado con Argentina en la Agencia Argentino-Brasileña de Aplicaciones de la Energía Nuclear (AABAEN). Argentina, por su parte, también tiene tres centrales: Embalse, Atucha I, Atucha II, construidas en los últimos cuarenta años y una cuarta en proyecto.

La primera pregunta a formularse es si Venezuela realmente cuenta con los recursos necesarios para un desarrollo de esta naturaleza, para asumir el alto costo económico que implica esta tecnología sin descuidar otras áreas básicas en materias como el desarrollo social, por ejemplo. El costo de una planta nuclear es prohibitivo, su mantenimiento costosísimo y no representa ahorro en comparación a otras alternativas energéticas. Solo la presión de grupos económicos beneficiados por la “industria” nuclear mantiene la oferta de beneficios en lo que se conoce como el “Lobby” nuclear internacional.

En segundo lugar, como ya está visto en el caso iraní, la propuesta de desarrollo de energía nuclear fácilmente se torna en el desarrollo de armamentos nucleares. La volatilidad política en Venezuela y el anuncio de imponer aún por la fuerza su revolución socialista se tornan entonces en una factor de riesgo regional, sin contar los ya de por sí altos riesgos ambientales de este tipo de centrales nucleares como se demostró en Chernóbil; la tecnología rusa no ha avanzado mucho desde entonces.

Si bien EE.UU. ha señalado que Venezuela ha comprado muchas armas a Rusia — valoradas en unos 4.000 millones de dólares, y esto causa preocupación en la región, porque ningún país en la región compra tantas armas o este tipo de armas, mantiene una actitud diplomática frente a los acuerdos de cooperación nuclear de Venezuela con Rusia; Estados Unidos no considera que las relaciones cada vez más estrecha entre Rusia y Venezuela sean una amenaza que surge para la seguridad y que pueda derivar en situaciones similares a las de la Guerra Fría del siglo XX, dijeron funcionarios estadounidenses.

Sin embargo el tema no puede dejar de ser un asunto de preocupación para organismos como la OEA ante el evidente carácter expansionista y hegemónico de la pretendida revolución bolivariana y la creación de un estado de inestabilidad política y militar que podría complicarse con un desarrollo nuclear, que si bien no sería en el corto tiempo, si puede generar conflictos como los que se viven hoy en el medio oriente.

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